La actual estrategia de fortalecer el peso de manera artificial ha generado un escenario de inconsistencias, advierte el autor. Impacto del fin del Impuesto PAIS y el déficit turístico.
Jujuy al día ® – La llegada de extranjeros cae drásticamente mientras los argentinos baten récords de viajes al exterior. El fortalecimiento artificial del peso y la política cambiaria actual generan un déficit turístico y plantean serios desafíos para la economía del país.
El impacto del atraso cambiario en el turismo y las finanzas de Argentina
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó las cifras de turismo internacional correspondientes a noviembre de 2024, arrojando una preocupante tendencia: un marcado deterioro en la balanza turística del país, impulsado por un atraso cambiario que incentiva la salida de argentinos al exterior y desincentiva la llegada de extranjeros. Este fenómeno refleja las distorsiones provocadas por el fortalecimiento artificial del peso en un contexto de restricciones cambiarias.
Una balanza turística en rojo
En noviembre, Argentina recibió 855.000 visitantes extranjeros, un 29,2% menos que en el mismo mes de 2023. En contrapartida, 1.168.100 argentinos viajaron al exterior, lo que representa un incremento del 64% respecto al año anterior. Esto generó un déficit turístico de 313.100 visitantes, una situación que no solo afecta al sector turístico, sino también a la economía en su conjunto por la pérdida de ingresos de divisas.
Un caso emblemático fue la llegada de brasileños para presenciar la final de la Copa Libertadores en Argentina. A pesar de su afluencia, los visitantes reportaron altos costos de vida durante su estadía, resultado de la combinación entre un real debilitado y un peso fortalecido artificialmente. Este problema no es exclusivo de Brasil: el informe del INDEC muestra caídas en las visitas desde todos los países de la región, mientras que el turismo emisor argentino sigue creciendo.
El atraso cambiario como raíz del problema
El fortalecimiento del peso no es consecuencia de una mejora en los fundamentos económicos, sino de una política cambiaria que utiliza al dólar como ancla inflacionaria. La aplicación de una «tablita» de actualización del dólar que no refleja ni la inflación interna ni las variaciones del dólar a nivel global crea distorsiones que afectan al turismo y otros sectores.
Con la llegada de las vacaciones, esta tendencia podría intensificarse. Las agencias de turismo registran récords de reservas para destinos como Brasil y un aumento significativo en otros destinos internacionales, aún comparado con años previos.
El impacto del vencimiento del Impuesto PAÍS
A partir del 23 de diciembre, el Impuesto PAÍS del 30% sobre el gasto con tarjetas de crédito y/o débito en el exterior dejó de estar vigente. Ahora, solo queda el recargo del 30% correspondiente a la percepción del Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, que es recuperable. Esto hace que el «dólar tarjeta» sea más barato y podría estimular el consumo en el exterior.
Sin embargo, esta medida no es la causa principal del creciente déficit en la cuenta de «Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta», que alcanzó un rojo de 691 millones de dólares en octubre y podría superar los 2.000 millones de dólares mensuales en el primer bimestre de 2025. Este problema radica, nuevamente, en la política cambiaria. La percepción de impuestos adicionales o la eliminación del Impuesto PAÍS solo son paliativos temporales que no atacan la raíz del desequilibrio.
Más allá del turismo: un impacto económico generalizado
El sector turístico es uno de los primeros en evidenciar las consecuencias de un tipo de cambio desalineado, pero no es el único. Las distorsiones también comienzan a reflejarse en otros ámbitos de la economía. Así como los destinos internacionales se vuelven más accesibles para los argentinos, también se comenzará a observar un aumento en la importación de bienes que compiten con la producción local.
Este fenómeno podría agravar el desequilibrio en la balanza de pagos en los próximos meses, con un impacto negativo tanto en la actividad económica como en la demanda de divisas. Una importación realizada hoy podría reflejarse en las cifras de la balanza comercial recién dentro de tres o cuatro meses, ampliando las presiones sobre las reservas internacionales.
Conclusión: la urgencia de una política cambiaria sostenible
La actual estrategia de fortalecer el peso de manera artificial ha generado un escenario de inconsistencias que no solo pone en jaque al sector turístico, sino también al equilibrio macroeconómico del país. Normalizar la política cambiaria es una tarea urgente. Mientras estas distorsiones persistan, las consecuencias seguirán extendiéndose más allá del turismo, afectando a la economía en su conjunto y poniendo en riesgo los logros económicos alcanzados hasta el momento.
Christian Buteler
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