Este proyecto, muchas veces aplazado, quizás requiere un impulso renovado y, sobre todo, un compromiso real y sostenido que permita darle una nueva traza estratégica y transformadora, convirtiéndolo en un lugar en el que todos ganen.
Las calles peatonales representan un avance fundamental en la evolución de nuestras ciudades. Más allá de liberar el centro de la congestión vehicular, ofrecen un espacio para caminar sin prisas, apreciar la arquitectura y disfrutar de un ambiente relajado y saludable. Sin embargo, lograr estos espacios no ha sido fácil, y el caso de la peatonal de San Salvador de Jujuy es un claro ejemplo de los desafíos y las frustraciones en este proceso aún inconcluso.
Una mirada global a las calles peatonales
La idea de áreas exclusivas para peatones no es nueva. En la Antigüedad, las plazas y mercados de las civilizaciones griega y romana ya estaban pensados para el tránsito a pie. Pero fue en el siglo XIX, con la industrialización y el crecimiento de las ciudades, cuando se volvió imprescindible separar a los peatones de los vehículos.
La primera calle peatonal moderna, Lijnbaan en Róterdam (1953), marcó un antes y un después, inspirando a ciudades de todo el mundo a crear espacios libres de tráfico. Desde entonces, las peatonales se han consolidado como elementos clave para revitalizar los centros históricos, reducir la contaminación y fomentar el turismo cultural y comercial.
Córdoba fue pionera en Argentina en la creación de una peatonal en la década del 60, durante la intendencia de Taboada. La calle 9 de Julio se convirtió en un espacio emblemático, lleno de personajes típicos, y fue remodelada entre 1977 y 1981 por el arquitecto Miguel Ángel Roca, quien conectó el área comercial con centros culturales e históricos. Hoy, la ciudad es un ejemplo de urbanismo peatonal gracias a su red de peatonales y galerías.
En el NOA, ciudades como Santiago del Estero, Tucumán y Salta también apostaron en las últimas décadas por recuperar la escala peatonal, creando espacios de encuentro y recreación para sus habitantes.
Este recorrido por la historia de las peatonales, tal vez, nos invita a reflexionar sobre su importancia en la vida urbana y su capacidad para transformar el centro de las ciudades en lugares más acogedores para los residentes y visitantes.
La peatonal de Jujuy: historia de un proyecto aún inconcluso
En San Salvador de Jujuy, la idea de una peatonal ha sido un tema recurrente y controvertido. El primer intento data de 1928, en la calle Alvear, el que duró apenas unos meses debido a la presión de los propietarios de vehículos. En 1932, se intentó nuevamente en la calle Belgrano, y aunque en sus pocos meses de existencia fue un punto de encuentro social, la prensa local criticó el proyecto hasta que fue retirado. Todas estas veces, desde hace 96 años, la extensión de la calle peatonal fue de una cuadra.
Décadas después, luego de intentos de los intendentes Casas y Guzmán, en 1993, durante el primer mandato de Hugo Conde, el entonces concejal Lucio Giménez presentó un proyecto de semipeatonalización para la calle Belgrano, que incluía solo el tramo entre Necochea y Balcarce. A raíz de este, Raúl Jorge, por entonces Secretario de Obras y Servicios Públicos, propuso reorganizar el tránsito y mejorar los desagües pluviales de la cuadra indicada. Sin embargo, múltiples obstáculos, principalmente políticos, limitaron el proyecto, y lo que se logró fue una «semipeatonal» que dejó insatisfechos a muchos jujeños pues, además de la mala experiencia, esta seguía extendiéndose solo una cuadra.
En 2005, el jefe comunal de entonces, José Luis Martiarena, resolvió realizar obras de desagüe y empedrado (financiadas con fondos nacionales) para lo que sería la futura peatonal Belgrano, esta vez entre las calles Lavalle y Necochea. La obra se realizó, sin embargo, fue bastante frustrante pues la misma que debía completarse en 30 días, se extendió a más de 180, causando molestias a los vecinos y perjuicios a los comerciantes para que, al final, siguiera siendo semipeatonal y de una cuadra.
En 2007, Raúl Jorge, por entonces concejal, en una entrega de prensa declaraba que: “Nuestra ciudad, compacta y accidentada, deberá resolver sus problemas de tránsito a través de obras nuevas, como los puentes y la Avenida Costanera, pero debe, por su futuro, buscar y redescubrir sus potenciales en los nuevos espacios, para recobrar su escala peatonal y definir su identidad urbana y social”. Sin embargo, en el mismo texto, reconoció que la entonces y actual semipeatonal no cumplía con las expectativas pues era una “expresión insípida” como espacio público.
En 2021, la por entonces Concejal por el PJ, Verónica Valente, propuso, como prueba piloto, un proyecto para que la peatonal Belgrano se extendiera desde la calle Senador Pérez hasta la calle Sarmiento. De entre los fundamentos esgrimidos manifestaba que “Esto es una proyección que nosotros necesitamos para que San Salvador pernocte y no sea una cuestión de paso … queremos que sea una capital para hacerle una invitación a los turistas … hay una juventud y población que quiere tener una capital distinta y a nosotros nos toca ver que es lo mejor para San Salvador en materia de turismo”. Remarcando que “a través de esta iniciativa se busca el florecimiento del comercio que con la pandemia atravesó una dura situación económica”. Como conclusión, la peatonal Belgrano, siguió siendo una “expresión insípida”, tal vez por lo mismo que más arriba se dice: “obstáculos, principalmente políticos, limitaron el proyecto”.
Hoy, 4 de noviembre de 2024, después de casi 17 años de gestión de Raúl Jorge como intendente, la peatonal de Jujuy sigue siendo una obra inconclusa. Es cierto que en este tiempo la ciudad ha experimentado varias intervenciones urbanas excepcionales, pero la semipeatonal de la calle Belgrano aún está lejos de alcanzar su potencial como el centro peatonal y turístico que muchos anhelan pues todavía se extiende por una cuadra, tal vez por lo mismo que se dijo más arriba: “obstáculos, principalmente políticos, limitaron el proyecto”.
¿Cómo sería la nueva traza para transformar la peatonal de Jujuy?
Como ya se dijo, a pesar de las críticas y los desafíos, la peatonal de San Salvador de Jujuy tendría un gran potencial futuro si se considerara una nueva traza (extensión y ubicación), un circuito que incluyeran las calles “Belgrano” y “Alvear”, transformándolas en peatonales desde la calle “Senador Pérez” hasta la calle “Sarmiento”.
La “Peatonal Belgrano” vincularía estratégicamente la Asociación Española, la Iglesia San Francisco, la Biblioteca Popular, el Shopping Annuar, la Catedral, la Plaza Belgrano y el Paseo Sarmiento.
Lo mismo ocurriría con la “Peatonal Alvear” que podría conectar: la Escuela Belgrano, el Teatro Mitre, el Mercado Central, el Cine Select, el Shopping Annuar, el Museo del Cabildo, la Plaza Belgrano y el Paseo Sarmiento.
Este nuevo recorrido no solo mejoraría la circulación de peatones, sino que también ofrecería un espacio seguro y atractivo para el comercio local, fomentando el turismo y aumentando el atractivo cultural de Jujuy. Se trataría de un paso hacia la modernidad, con un diseño que integre zonas de esparcimiento, espacios verdes, y áreas de recreación que beneficien tanto a los vecinos como a los visitantes.
Ciudades como Barcelona (con La Rambla) o Buenos Aires (con la calle Florida) han demostrado que las peatonales pueden convertirse en íconos turísticos. Con una planificación adecuada, la peatonal de Jujuy podría atraer turismo y proyectar una imagen moderna y acogedora.
En última instancia, las calles peatonales nos recuerdan que las ciudades están hechas para las personas, no para los automóviles. Al recuperar espacios para los peatones, transformamos nuestras ciudades en lugares más amables, más seguros y más humanos. En el caso de Jujuy, esta es una oportunidad para crear un espacio que refleje la riqueza cultural de la región y ofrezca un respiro a la vida acelerada de la ciudad, además de abandonar la dolorosa calificación de “expresión insípida”.
Por: Lic. Hugo Rubén Calvó (Director de Jujuy al día…en paulatino retiro)
