El miedo es útil porque avisa sobre un peligro, nos pone en situación de alerta. De ello nos habla este refrán, españolísimo por supuesto…
Jujuy al día ® – ¡El miedo! Respuesta emocional que se activa ante diversas amenazas, y puede venir acompañada de temblores, taquicardia, baja o suba de presión, palidez o enrojecimiento, traspiraciones etc…¡Todos síntomas que nos preparan para huir, o luchar!
Depende de cual sea la circunstancia que ocasionó ese miedo, y también del tipo de personalidad de quien teme… El adjetivo zonzo es menos milenario. Aparece reflejado por primera vez en la literatura en 1622, en la obra de Guillén de Castro… “¡Si será zonzo!”…
Zon-zo: dicen los que saben que a esta estructura de sílaba repetida con timbre o -como en tonto, fofo, chocho, ñoño- hay que agregarle la frecuencia de sonidos interdentales, sibilantes, con que se expresan los españoles… La z por la c causa una f rara. Lo que podría sugerir algún defecto del habla en los aludidos o una deficiencia en el aparato fonador… ¡Y sí! Con decirles que varios etimólogos le echan la culpa a una anciana alemana que visitó España por primera vez, en el siglo XVI.
La mujer nunca había salido de su país, cuando cruzó la frontera en el tren y oyó hablar a los dos primeros españoles entendió que, por esa “deficiencia sibilante”, parecían un poco retrasados… ¡Qué zonza la germana!…
Nuestro insigne Arturo Jauretche publicó «Manual de zonceras argentinas» en 1968, sin miedo alguno. Para el autor, descubrir las zonceras que llevamos dentro fue un acto de liberación. Obra de permanente lectura y actualidad, este Manual se convirtió en un gran clásico del pensamiento nacional.
Esas “zonceras argentinas” son leyendas que ocultaban la verdadera realidad del país en el que se vivía, “sin sospechar siquiera la urdimbre de intereses extraños que manejaban su existencia, usufructuaban las riquezas del país y conducían el destino de nuestra nacionalidad”… Sí, siempre aplausos y orgullo por el patriota Jauretche, que dijo: “Civilización o barbarie es la madre que las parió a todas nuestras zonceras”… ¡Para leerlo y releerlo sin miedos, no seamos zonzos!…