Jujuy al día® – Una curiosa coincidencia o una elaborada inteligencia para delinquir en dos domicilios de una misma cuadra. Las casas de las familias damnificadas están una frente de la otra.
Los hechos ocurrieron días pasados cuando dos empleadas domésticas de dos domicilios distintos, pero en la misma cuadra de la calle Pablo Arroyo, del barrio San Pedrito, recibieron, cada una a su vez, una llamado telefónico por el que aseguraban ser la sobrina de la dueña de casa y que por orden de la misma, en un caso, debian sacar un sobre que contenía cien billetes de 100 dólares que estaban en un armario de la casa y entregarselo a un contador (Ramirez) que ella enviaba.
Una vez que el supuesto contador llegó la mujer le hizo entrega del sobre en cuestion y se despidió.
A las pocas horas, una vez enterada la dueña de casa, esta le manifestó que nunca le pidio nada a su sobrina.
El otro caso fue similar pues también la empleada doméstica atendió un llamado de quien decia ser sobrina de la dueña de casa y que, como el dinero se iba a devaluar había que depositarlo en un plazo fijo en el banco. Que en un rato pasaría el contador (Ramirez) a retirar el dinero que ella debía buscar en un mueble de la casa y entregarselo para que se lo lleve hasta el banco pues ella estaba haciendo cola para depositar su propio dinero. Fue entonces que encontró la suma de $40.150,00 y tres mil quinientos setenta dólares. Una vez que se presentó el supuesto contador le entregó el dinero.
Claro que la dueña de casa nunca dio instrucción alguna y mucho menos a ninguna sobrina pues todas ellas son menores de edad.