Jujuy al día® – En una ceremonia presidida por el gobernador Gerardo Morales, quien estuvo acompañado de autoridades del poder ejecutivo y legislativo provincial y nacional, así como de representantes de las fuerzas de seguridad, de agrupaciones gauchas, de la iglesia católica y de la comunidad en general, se conmemoró el 205 Aniversario del Éxodo Jujeño.
En la oportunidad la ministra de ambiente, María Inés Zigarán, fue la encargada de reflexionar sobre la importancia del acontecimiento, recuperando los valores que en 1812 dieron lugar a la construcción colectiva de la libertad, y haciendo un llamado a actualizar esos principios en el ejercicio diario de las responsabilidades.
“No hay libertad sin responsabilidad, no hay libertad sin solidaridad, sin reconocimiento del otro”, ponderó la funcionaria para luego agregar que “no hay libertad sin compromiso colectivo, y no la hay si no tenemos la vocación de construcción de ese sujeto plural que es el pueblo y de un proyecto común”.
Libertad y responsabilidad para una mejor democracia
Zigarán describió además que “durante muchas décadas en Jujuy transcurrió un proceso gradual de anomia, de ausencia de ley, de degradación institucional y violencia política, lo que abonó la pérdida de calidad institucional, de calidad democrática y conculcó derechos y libertades”.
En el mismo sentido, abundó: “y dejamos entonces de ser el pueblo que se espejaba en aquellos héroes de mil ochocientos doce. Y dejamos de ser una sociedad con un destino común, para ser una sociedad agrietada, dividida, sin república y sin un horizonte colectivo de progreso y bienestar. Y así perdimos un poco la Patria”.
No obstante, retomó el legado de la gesta heroica que tuvo como principal protagonista al pueblo de Jujuy, y que es necesario actualizar. “El Éxodo Jujeño constituye uno de los hechos más significativos del proceso emancipatorio nacional”, declaró. E instó a “repensar el valor de la libertad, a doscientos cinco años, porque no puede disociarse de la responsabilidad y del deber para con los otros y naturalmente del valor de la justicia, como sistema de ordenamiento de la vida social”.
Finalmente, al cierre del discurso convocó al pueblo de Jujuy a “que seamos dignos herederos de los héroes de mil ochocientos doce”. Y concluyó además diciendo “que la libertad alumbre todos los días las decisiones necesarias para que la patria sea siempre ese lugar de realización colectiva, donde nos reconozcamos como partícipes de un destino común y nos comprometa en la búsqueda de una mejor democracia, de un estado de derecho vigoroso y nos ayude a construir las condiciones para garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras”.