Jujuy al día® – Así lo manifestó, en una entrevista con nuestro medio, Mónica Raquel Alegra, madre del joven Luciano Arruga, en el marco de su visita a Jujuy en apoyo a las familias de los adolescentes Pablo Gabriel Obiña y Gonzalo Federico Calderon asesinados en noviembre del 2013 por quien es hoy juzgado por el homicidio, el Suboficial de la Policía de Jujuy, Pablo Arrascaeta, y aseguró que la muerte de adolescentes y jóvenes por gatillo fácil en nuestro país es una situación preocupantemente común.
En relación a la justicia jujeña en torno al juicio contra el policía Arrascaeta, Mónica Raquel Alegre manifestó «la verdad que hasta aquí de la justicia jujeña me llevó un desencanto muy grande, no del pueblo pero si de la justicia porque es deplorable el trato que se le dio a las víctimas haciendo preferencias en el trato con el acusado, lo vimos, lo sentimos, pero como le dije a la madre de Pablo (Obiña) la lucha sigue y no hay que bajar los brazos, y donde haya un chico muerto por gatillo fácil voy a estar dando mi apoyo y denunciando estos casos».
Sostuvo que los padres de los menores fallecidos «están solos, no tuvieron acompañamiento del gobierno y muchos menos en lo judicial, incluso una de las familias de los chicos no tiene abogados».
Sobre los casos comprobados de gatillo fácil, Alegre expresó «lamentablemente es muy común y no tendría que ser así pero es muy común, la Policía hace justicia por mano propia, esto no tendría que pasar».
«La justicia debería rever eso, y esto también va para la sociedad jujeña, tendría que ver que esos niños que todos acusan, que todos dicen que delinquían, pero deben ver que eran niños y podrían haber revertido su situación pero hubo un policía que le truncó la vida».
Indicó que las pericias psicológicas que se deben realizar los aspirantes a policías antes de ser un efectivo de la Fuerza de Seguridad «las hacen, las tienen pero parece que eso no sirve de nada», finalizó.