Jujuy al día® – En 1987 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el día 26 de junio de cada año como el “Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas”, para dar una muestra de su determinación en fortalecer las actividades necesarias para alcanzar el objetivo de una sociedad internacional libre del abuso de drogas.
El fenómeno de las drogas no es nuevo y desde el inicio de la historia de la humanidad podemos encontrar diferentes sustancias adictivas asociadas a ritos, festejos y actividades cotidianas.
Es necesaria una mirada amplia para su análisis, referida a las cuestiones relacionadas tanto al consumo, como a los factores sociales en las que el mismo se inserta. Es importante considerar que los cambios sociales, económicos y culturales, todos ellos, inciden en el consumo.
Nos enfrentamos a una epidemia invisible y muy compleja
Los expertos afirman que, la clave es fortalecer las redes de información y concientización de los padres, docentes y alumnos desde la infancia. “Hay que vacunar mentalmente a los niños, lo mismo que se les inmuniza contra otras enfermedades. Hay que dedicar medios y esfuerzos para fortalecer la toma de decisiones desde la niñez. No se trata de asustar ni de ser moralista, porque le resta credibilidad al mensaje; no se trata de decir que se van a morir. Pero sí que las drogas tienen graves efectos sobre la salud”, “Ser insistentes”.
Pero también en el fortalecimiento de los factores de protección, hay que tener muy en cuenta que las necesidades humanas no son sólo carencias; son ante todo, potencialidades que al ser descubiertas y activadas se transforman en cualidades del sujeto que se expresan en sus acciones, sentimientos, emociones y palabras a través de las cuales no sólo expresamos ideas, sino valores y derechos como seres humanos.
Cuando despertemos del engaño comercial, comprenderemos que las potencialidades afectivas, creativas, estéticas, productivas y amorosas, no dependen del consumo. Los sujetos estamos ante todo, sujetos a nosotros mismos y a los acuerdos intersubjetivos de convivencia que nos permiten desarrollar una vida que valga la pena, una vida digna, una vida de calidad.
Cuando la educación en la casa, la escuela, la comunidad, la empresa, la ciudad, los medios de comunicación, la sociedad y la cultura, contribuyan a valorarnos por lo que somos, por las actitudes que asumimos, por la decisiones que tomamos, más que por lo que sabemos, hacemos y tenemos, estaremos haciendo la mejor prevención.
Por lo expuesto, se agiganta la importancia de este día, donde aquí, nos hemos venido a comprometer, a renovar nuestras fuerzas y sabiduría para enfrentar de forma correcta este problema que nos afecta.